Por Gabriela Alegre legisladora del Bloque Diálogo por Buenos Aires
La crisis de la educación generada por la gestión de Mauricio Macri evidenció rápidamente, en un sector tan sensible, cuál es la visión que tiene el actual gobierno sobre cómo administrar lo público.Le temen a la participación, desconfían del sector público, desprecian a sus trabajadores y a quienes creen que lo público debe ser garantía para conseguir mayor igualdad.
Por eso han tomado las medidas que tomaron. Por eso sacaron los subsidios de las cooperadoras escolares, amordazaron a los docentes, redujeron las becas destinadas a los chicos de más bajos recursos, bajaron la calidad de las viandas, intentaron denunciar penalmente a los estudiantes que protestaban en las tomas de colegios, hicieron listas negras de docentes que adhirieron a los paros y, por no autorizar la instalación de una pequeña carpa, provocaron que la policía los reprimiera con gases y golpes.
En el marco del reclamo salarial, Macri trata de confundir en el plano del discurso, como lo hizo durante la campaña electoral, cuando declaman que el reclamo es "justo pero plata no hay".
[Miradas al Sur]
